Un Plan Marshall para Cuba

 Por Atilio A. Boron *

En estos días, Cuba se enfrenta a un dilema de hierro: o actualiza, revisa y reconstruye su modelo económico o la revolución corre el serio riesgo de sucumbir ante la presión combinada de sus propios errores y las agresiones del bloqueo norteamericano. Los países de América latina y el Caribe, así como la casi totalidad de los de Africa y Asia, no pueden permanecer indiferentes ante esta situación o limitarse a contemplar cómo la revolución libra, sin otra ayuda que sus propias fuerzas, esta decisiva batalla.
Pero el apoyo no puede ser meramente declarativo. Eso está bien, pero es insuficiente. Cuba necesita algo más: concretamente, que sus acreedores, especialmente cuando ellos son países de América latina y el Caribe, anulen la deuda externa cubana. Argentina es el mayor de esos acreedores –por un préstamo otorgado por el gobierno de Héctor Cámpora y su ministro de Economía, José B. Gelbard, en 1973– y que el ex canciller del presidente Néstor Kirchner, Rafael Bielsa, renegociara proponiendo una quita del 50 por ciento de su monto, que si se suman el capital y los intereses acumulados en la actualidad ascendería aproximadamente a unos 1800 millones de dólares.
Para esa misma época su colega de gabinete, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, proponía a los acreedores de la Argentina una quita del 75 por ciento sobre el valor nominal de la deuda defaulteada con el derrumbe de la convertibilidad en diciembre de 2001. Como es bien sabido, este país finalmente logró una quita que, según los cálculos, fluctúa en torno al 70 por ciento del valor nominal de los bonos de su deuda. Lo menos que debería hacer la Casa Rosada sería garantizar para Cuba el mismo trato que obtuvo con sus propios acreedores. Aunque eso sería lo mínimo. Lo correcto, lo que sería éticamente impecable, sería dar por cancelada esa deuda y de ese modo aliviar la carga que pesa sobre la hermana República de Cuba. Los 1147 habitantes de la Argentina que, gracias a la “Operación Milagro”, en el último año recuperaron gratuitamente su vista en el Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Guevara, de Córdoba, y los más de 20 mil alfabetizados que aprendieron a leer y escribir con el programa cubano “Yo sí puedo” son otras tantas razones para dar por cancelada esa deuda. Tal cosa sería un acto de estricta justicia. Y lo mismo deberían hacer los gobiernos de México, que mantiene acreencias del orden de los 500 millones de dólares; Panamá, 200 millones; Brasil, 40 millones; Trinidad Tobago, 30 millones; y Uruguay, también con 30 millones.
¿Por qué de estricta justicia? Por varias razones. Expondremos simplemente dos. En primer término, como equitativa retribución por el generoso e inigualado internacionalismo cubano que llevó a esa revolución a trascender sus fronteras, sembrando de médicos, enfermeras, dentistas, educadores e instructores deportivos por todo el mundo, mientras el imperio y sus aliados lo saturaba con militares, “comandos especiales”, espías, agentes de inteligencia, policías y terroristas. A lo largo de las últimas décadas, Cuba envió al exterior unos 135 mil profesionales de la salud a más de cien países de todo el mundo, especialmente Latinoamérica, el Caribe y Africa, pero también los hay en Asia. Los médicos cubanos estaban en Haití desde mucho antes de su fatídico terremoto y luego de él aumentaron su presencia, mientras que Estados Unidos enviaba marines.
La ayuda cubana para combatir la enfermedad y prevenir las muertes en tantos países fue –y es– concreta y efectiva. Ahora, los pueblos y naciones del tercer mundo deben correr a asistir a ese faro de la liberación nacional y social, que desde hace más de medio siglo inspira e ilumina las más nobles luchas de nuestros pueblos. Y deben hacerlo con una solidaridad militante, traducible en ayuda económica efectiva. Las declaraciones serán bienvenidas, pero insuficientes.
En segundo lugar, hay una obligación moral de ayudar a Cuba porque, pensemos, ¿qué hubiera sido de nuestros países si su revolución no hubiese resistido a pie firme, sin arriar sus banderas, las presiones del imperialismo y la derecha mundial una vez producida la implosión de la Unión Soviética? Con una Cuba de rodillas, vencida e inerme ante la restauración del saqueo neocolonial a la que había sido sometida desde 1898; con sus sueños y utopías humanistas vapuleados por el retorno triunfal de las mafias capitalistas como las que, por ese entonces, estaban asolando a la difunta Unión Soviética; con la revolución y la creación de una sociedad solidaria anatemizadas como irresponsables ensoñaciones de falsos mesías que inexorablemente culminan en una infernal pesadilla, ¿habría sido posible el trascendental cambio ideológico-político materializado en el ascenso y consolidación en el poder de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, para no mencionar sino los casos más significativos? Más aún, sin el estímulo emanado de la heroica resistencia de Cuba, de su “mal ejemplo” evidenciado en tasas de mortalidad infantil menores que las de Estados Unidos, a pesar del bloqueo y las agresiones, ¿habría sido posible el auge de la muy moderada centroizquierda en países como la Argentina, Brasil y Uruguay a comienzos del nuevo siglo? ¡De ninguna manera! Si estos avances fueron posibles fue, amén de las causales propias de cada caso, porque Cuba resistió. Si hubiese capitulado y sido convertida en un protectorado norteamericano, el tsunami derechista habría arrasado esta parte del mundo. Gracias a Cuba, nuestros pueblos evitaron tamaña catástrofe.
Por eso, aparte de anular las deudas existentes con los países de la región, los acreedores tanto como quienes no lo son deberían crear sin dilación un fondo especial de solidaridad con la Revolución Cubana. Estados Unidos lo hizo para salvar a los europeos de la debacle después de la Segunda Guerra Mundial, y su éxito fue extraordinario. El Plan Marshall satisfizo plenamente las expectativas que había despertado y las economías europeas se recuperaron rápidamente. Cuba, castigada con dos planes Marshall en contra –tal es, hasta ahora, el costo del bloqueo norteamericano sobre la frágil economía cubana– merece con creces un gesto similar de sus hermanos latinoamericanos. Estos cuentan con enormes reservas en sus bancos centrales. En 2007, el presidente ecuatoriano Rafael Correa calculó que las reservas existentes en la región rondarían en torno de unos 200 mil millones de dólares y esa cifra no ha dejado de crecer en los años posteriores. Una estadística suministrada por el FMI indica que a fines de 2009 las reservas internacionales de la Argentina ascendían a 49.599 millones de dólares, 238.520 millones en Brasil, 90.837 millones en México, 26.115 millones en Chile, 24.991 millones en Colombia, 32.803 millones en Perú y 35.830 millones de dólares en Venezuela.
Sin duda alguna, con los aumentos registrados en 2010, las reservas combinadas de estos países –más otros, como Bolivia, Ecuador y Uruguay, no contemplados en la estadística– superarían holgadamente los 500 mil millones de dólares. De ahí la enorme importancia de poner en marcha cuanto antes el Banco del Sur, todavía trabado por pretextos burocráticos y por la miopía política de que hacen gala algunos gobiernos. Afectando apenas el 2 por ciento de tan fabulosas reservas se podría crear, sin mayor esfuerzo, un fondo especial de 10 mil millones de dólares destinado a financiar el complejo proceso de reformas económicas socialistas que Cuba debe llevar a cabo impostergablemente en los próximos meses. Sería un gesto de merecida reciprocidad ante la probada solidaridad cubana con nuestros países a lo largo de cinco décadas; y también un acto de calculado altruismo para lo cual sólo hace falta voluntad política, porque el dinero ya está. ¿O es que algún gobernante de la región puede ser tan ingenuo como para no darse cuenta de que, si la Revolución Cubana fuese derrotada, el imperio se abalanzaría con todas sus fuerzas sobre nuestros países, sin distinción de pelajes ideológicos, para recolonizar a sangre y fuego el continente y restaurar el orden que Fidel y el Movimiento 26 de Julio vinieron a impugnar el 1º de enero de 1959?
* Politólogo.

Después del Copyright

El Cultural


La industria de la cultura recordará los últimos diez años como los de las guerras de la propiedad intelectual. La aparición del intercambio de archivos en Internet, un fenómeno que les desbordó por completo, lanzó a discográficas, sociedades gestoras y productoras de cine a una cruzada por proteger a todo coste la concepción tradicional del derecho de autor, aunque muchas veces le supusiese enfrentarse con su propio público.

Durante esta pasada década en la propia Red se forja un discurso alternativo, que defiende que en un mundo digital copiable a la perfección hasta el infinito, compartir no puede ser robar. Proyectos como las licencias Creative Commons, con millones de usuarios en todo el mundo, fomentan un marco legal de “algunos derechos reservados”, en que se respete la autoría moral pero se posibilita un uso más flexible de la producción cultural, abierto a la reutilización y la remezcla.

Para el movimiento por la Cultura Libre, las industrias culturales sólo avanzarán hacía el futuro si dejan de pretender que nada ha cambiado y en vez de restringir la circulación de obras y perseguir a cualquier precio a los que descargan, desarrollan un modelo que no se base en poner un precio fijo a cada ejemplar. La pregunta obvia es ¿Cómo? ¿Cuál sería ese posible modelo y cómo pagaría a editores y creadores? Esta cuestión ha sido casi monográfica en el Free Culture Forum de Barcelona, un encuentro que por segundo año ha reunido a muchos de los principales ideólogos del movimiento por el conocimiento y la cultura abierta.

Algunos podrían decir que el pragmatismo ha llegado al ámbito de la creación en Internet cuando, tras pedir que se libere la cultura y no se criminalice a los internautas, el FCF ha pasado a preguntarse en voz alta cómo puede hacerse a la cultura libre económicamente sostenible.

Las vías de sostenibilidad
Si la pregunta puede hacerse ahora es porque hay un buen número de experiencias en desarrollo ofreciendo alternativas posibles, de las que se puede aprender: donaciones voluntarias, como las que sostienen la Wikipedia; sistemas de “micropatronazgo” para apoyar el desarrollo de proyectos nuevos, micropagos que premian el trabajo bien hecho en la Red o apoyo por parte de empresas, como las que reciben los desarrolladores de software libre. Una propuesta llamativa es la de la discográfica Magnatune, basada en “pagar por compartir”. Por 15 dólares al mes, no sólo se puede acceder a las miles de canciones de sus artistas, sino compartirlas con amigos.

Lo único en que se ponen de acuerdo los participantes en en Free Culture Forum es que no hay ni habrá un único modelo; lo que funcionará bien en unos casos no será válido para otros, y será necesario desarrollar una economía híbrida que sirva para forjar “un nuevo contrato social para la cultura”.

La solución más universal posible ha sido debatida hasta la extenuidad en Barcelona; se llama “flat rate” (tarifa plana) y consistiría en que los usuarios pagaran una cantidad mensual fija a distribuir entre los creadores, para compensar por la libre circulación de obras por la Red. Es lo que podría pasar en Brasil si se aprueba la propuesta de "Compartilhamento legal”, una iniciativa de reforma de la ley de propiedad intelectual que autorizaría expresamente la descarga de contenidos culturales de Internet a cambio del pago de esta tasa.

Las voces escépticas ante la flat rate declaran que genera una división entre “usuarios” y “creadores” que en Internet es artificial; según la organización activista francesa La Quadrature del Circle, el 20 por ciento de los usuarios de la Red producen alguna clase de contenido. Y una medida de este tipo sería imposible sin organismos que recaudan y repartan, demasiado parecidos a las tremendamente impopulares sociedades de gestión, como la SGAE. Volker Grassmuck, de la Universidad de Sao Paulo, cree que es posible diseñar otras clases de gestoras de derechos, “altamente automatizadas, transparentes, eficaces y democráticas, y que estén sometidas a escrutinio público”.

Contra la "flat rate"
Peter Sunde es una de las voces en contra de la “flat rate”, porque considera que es imposible sin una monitorización absoluta de los contenidos que circulan por la Red. Sunde es uno de los responsables del estado actual de las cosas como fundador de The Pirate Bay, una de las webs para el intercambio de archivos más populares de la Red. Mientras pelea en los tribunales contra la industria de los contenidos (“estamos en juicio y lo estaremos durante muchos años”), está aportando posibles soluciones a través de su nueva iniciativa, Flattr. El proyecto pretende hacer fácil y sencillo donar pequeñas cantidades de dinero a los creadores de cualquier contenido en internet; desde un artículo en un blog a un video en Youtube. Los usuarios decidirían qué cantidad quieren contribuir al mes y cada vez que deseasen recompensar a un autor harían click sobre un icono que aparecería en cada página, de la misma manera que pulsan en la opción “me gusta” en Facebook. Al final de mes, la cantidad se repartiría entre todos los “premiados”.

El creador de Flattr no sabe si su propuesta será una solución definitiva a las guerras del copyright, pero tampoco cree que ese sea la cuestión central. “No se trata de encontrar LA solución, sino de decidir cómo queremos que sea el mundo dentro de diez años, y avanzar en esa dirección, aunque sepamos que no va a contentar a todos”. 


http://www.elcultural.es/noticias/ARTE/1011/Despues_del_Copyright

Ante la muerte del ex-presidente Néstor Kirchner

En la mañana de ayer, falleció Nestor Kirchner. Presidente ayer, diputado hoy, transversal de a ratos y pejotista desde siempre, deja en la historia argentina la huella de una década signada por su particular estilo de liderazgo e iniciativa gubernamental y su presencia hegemónica en la vida política de nuestro país.
Con los años, su nombre quedará asociado a ciertas conquistas democráticas básicas: la nueva ley de medios, la estatización de las AFJP, la asignación universal por hijo, el fortalecimiento de la unidad latinoamericana, el fin de la impunidad para los genocidas de ayer. Para nosotros, aparecerán con igual nitidez ciertos elementos esenciales de este proyecto: la asociación con grupos monopólicos locales y extranjeros, la continuación del saqueo de nuestros bienes naturales, el apoyo a la burocracia sindical y a mucho de lo peor de la “vieja política”. La masiva precarización de los trabajadores y la persistencia de una distribución de la riqueza cada vez más desigual serán otros de los elementos siempre presentes a la hora de pensar la época y las coordenadas del kirchnerismo.
Sectores importantes del campo popular vieron en el proceso de los últimos años una esperanza de renovación y cambio para las mayorías explotadas de nuestro país. Sin compartir su perspectiva, saludamos a esos compañeros y nos solidarizamos con su dolor sincero ante la pérdida de un referente.
Nuestra apuesta seguirá por el camino de contribuir al armado de una fuerza popular que supere la disyuntiva entre lo que hay y lo peor, para poder construir de conjunto una Argentina justa, soberana e igualitaria.
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En 44 por ciento se redujo la pobreza en Venezuela


Este anunció lo presenta el presidente Hugo Chávez a su llegada a la ciudad de Oporto Portugal, donde logra la concreción de nuevos acuerdos que fortalecen la alianza entre ambas naciones
Prensa Yvke Mundial/AVN
DOMINGO, 24 DE OCT DE 2010. 2:18 PM
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El estudio denominado “Nuestra Democracia”, analiza la situación de la democracia en América Latina
Foto: Archivo
En un informe emitido por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado en octubre, señala que Venezuela alcanzó entre 1998 y 2008 una reducción del 44 por ciento de la pobreza y la sitúa de primera en el bloque regional.

Este anunció lo presenta el presidente Hugo Chávez a su llegada a la ciudad de Oporto Portugal, donde logra la concreción de nuevos acuerdos que fortalecen la alianza entre ambas naciones.

El informe denominado “Nuestra Democracia”, analiza la situación de la democracia en América Latina.

Sobre la reducción de la indigencia, otro factor de medición, Ecuador y Venezuela ocupan los dos primeros lugares, con una disminución de 56, 6 para Ecuador, 54, 4 por ciento para Venezuela, siendo el promedio de Latinoamérica de 31 por ciento; casi el doble.

Respecto al coeficiente de Giny que mide la desigualdad, en cuanto al ingreso económico, Venezuela se ubica de primero en la región con una reducción de 17, 9 por ciento, quintuplicando la tasa de América Latina que se ubica en 3,9 por ciento.

Desde el Aeropuerto Francisco de Sáo Carneiro, Portugal, el mandatario venezolano en declaraciones a los representantes de los medios de comunicación indica que este informe debe analizarse profundamente.

Por otra parte, señala que “es por eso que las ricos nos odian, porque nos interesa el beneficio de nuestros pueblos”.

Comenta que en el informe se proyecta el concepto democracia mucho más allá de los procesos electorales. “Es el pueblo dueño del poder, es por eso que nosotros avanzamos hacia la democracia participativa y protagónica”.

El Informe “Nuestra Democracia” es parte de una estrategia emprendida por el PNUD y la OEA con el propósito de fortalecer la gobernabilidad democrática y el desarrollo humano.

La obra analiza las democracias de 18 países latinoamericanos y presenta propuestas para mejorar los resultados de los gobiernos, en materia política y económica.

Acuerdos prenupciales insólitos

En los países donde está permitido, algunas parejas firman cláusulas para proteger su fortuna; las famosas y las más curiosas;  ¿qué opinás de este tipo de contratos?

fuente: revistaohlala.com
Se miraron a los ojos y se amaron para siempre. Muy romántico... pero la verdad es que muchas parejas terminan odiándose o casi tirándose los platos por la cabeza porque no se soportan más. ¿Le suena conocido? 

Es por eso que los multimillonarios -previendo algún potencial desastre- firman acuerdos prenupciales para proteger sus fortunas del cónyuge, tal como se ve en las películas. 

Y cuando se invocan los acuerdos prenupciales en medio de una disputa jurídica, generalmente son la ventana a suculentas historias de traiciones, venganzas o intentos de fraude. 

Los acuerdos prenupciales tienen validez legal en Estados Unidos, Europa y en muchas otras partes del mundo. 

No así en el Reino Unido, donde por primera vez en la historia la Corte Suprema emitió un fallo que valida un acuerdo prenupcial. 

¿Quién ganó? La esposa. 

Él acudió a la justicia para intentar obtener una buena tajada más grande de la fortuna de Katrin Radmacher, la heredera de un imperio económico estimado en unos US$160 millones. 

Pero no le fue bien. La justicia estableció que el acuerdo prenupcial valía jurídicamente y Katrin se quedó con sus millones. 

Multas y limitaciones 

Una investigación del periódico Chicago Sun-Times descubrió algunas de las más extrañas cláusulas en acuerdos prenupciales. 

Entre ellas, el derecho a realizar regulares test de drogas mensuales en la pareja, con multas si fallaban; la limitación de poder ver sólo un partido de fútbol los domingos; un bono de US$100.000 por cada vez que la pareja sea infiel y un acuerdo para limitar el peso de la esposa a 54 kilos sujeto al pago de US$100.000 si se excede. 

Casi increíble. Y hasta quizás fuente de inspiración para más de algún lector. 

Los acuerdos prenupciales no son nuevos. La Universidad de Columbia en Nueva York tiene el acuerdo prematrimonial firmado por el magnate Andrew Carnegie y su esposa Louise Whitfield el día de su boda, el 22 de abril de 1877. 

Pero es Hollywood, por supuesto, la fuente de los más elaborados acuerdos. 

Según informes de prensa, los actores Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, habrían acordado que ella tiene el derecho a US$1 millón por cada año que estuvieron juntos si deciden separarse. 

Cuidado con tu mascota 

También acaparó los titulares de la prensa que Denise Richards y Charlie Sheen acordaron que el que sea infiel debe pagar una multa de US$4 millones. 

En Inglaterra, entre tanto, hasta ahora no valían esos acuerdos prenupciales, y las sumas de dinero que se han manejado recientemente no tienen mucho que envidiarle a Hollywood. 

Un tribunal falló que Heather Mills debía recibir US$37 millones de la fortuna de Paul McCartney tras cuatro años de matrimonio. 

Y otra británica, Beverley Charman, recibió US$75 millones luego de un matrimonio de 28 años con el magnate John Charman. 

La abogada especialista en divorcios, Anne Kay, le dijo a la BBC que en el futuro quizás las parejas se pongan cada vez más creativas. 

"Por ejemplo, no hay normativas que regulen la relación de los cónyuges con las mascotas. Quizás algunos quieran establecer claramente antes de casarse quién se queda con los gatos y quién se queda con los perros". 

Barry: un padre muy exigente 

Aunque no todos los acuerdos prenupciales son entre el novio y la novia. 

Emma Carter y su esposo, una pareja de Liverpool, en el norte de Inglaterra, tuvieron que firmar un acuerdo con Barry, el padre de la novia. 

El acuerdo establece que si se separan durante los primeros 10 años de matrimonio tendrán que pagarle a Barry el costo de la boda, que fue de US$36.000. 

"Hemos estado casados por cinco años. Siempre bromeamos con que ahora nos quedan cinco años más para ser libres", le dijo Carter a la BBC. 

BBC Mundo 

Es tan fácil salir de Argentina como de Cuba


Por Gabriel Belén
Agencia Comunicación Popular Noticias
El argumento más frecuente y pretendidamente fuerte utilizado por los detractores de la revolución cubana señala la “imposibilidad” de salir de la isla como medida certera de su falta de democracia, y presenta a la foto del balsero “escapando” de Cuba como evidencia concluyente de un descontento generalizado que sólo podría ser explicado por un régimen insensible y tiránico que encarcela a sus ciudadanos condenándolos a vivir por la fuerza en un modelo económico y social netamente injusto. El fracaso del modelo socialista empujaría a sus habitantes a poner en riesgo su vida lanzándose con precarias embarcaciones en aguas repletas de tiburones con la esperanza de que EEUU, país noble y magnánimo, los recoja solidariamente en calidad de “exiliados”.
La carencia casi absoluta de información objetiva sobre cuáles son las leyes y reglas que rigen al socialismo cubano y la abundancia de opiniones infundadas con claro sesgo anti-cubano que desde los grandes medios de comunicación emanan hace que la mayor parte de la opinión mundial viva en una confusión sobre el tema que roza con la fantasía, en donde muchos suponen que, por alguna razón, el malvado dictador Castro prohíbe por decreto-ley a los habitantes de la isla pasar más allá de los límites fronterizos por macabras razones que nunca nadie explicita. Es por esto que es posible inferir que las posiciones políticas que se toman con respecto al proceso revolucionario serían muy distintas si el acceso a la información no estuviese obstaculizado por fuertes intereses económicos que obtienen grandes ganancias de tal desinformación y que con sus acciones limitan la posibilidad de que los ciudadanos elaboren posiciones propias.
Lo cierto es que en la legislación cubana no existe ningún impedimento para salir del país temporal o definitivamente. En el año 2008, sólo por dar un ejemplo, más de 200.000 cubanos realizaron viajes temporales al exterior. Aquellos interesados en salir del país deben tramitar su pasaporte en la Dirección de Inmigración y Extranjería y luego solicitar un permiso de salida. Dada la tremenda escases de divisas provocada por el bloqueo (el que genera un constante déficit de balanza comercial sólo saldado por el ingreso de divisas del turismo), el permiso para salidas temporales se otorga a quienes realmente lo necesitan por trabajo u otros motivos realmente prioritarios. Los que quieran vacacionar fuera del país deben demostrar que algún familiar o amigo del exterior solventará sus gastos a través de una invitación formulada por estos. Entonces, sí existe una fuerte limitación para que en la práctica una muy baja proporción de cubanos pueda vacacionar en el exterior, y es la económica. No se trata de un capricho. Nadie que haya analizado medianamente la estructura económica cubana niega que, de levantarse el bloqueo económico que EEUU mantiene con la isla hace más de cuatro décadas, bloqueo que genera perjuicios anuales estimados en 1000 millones de dólares, el bienestar general de la población se incrementaría notablemente y con ello muchos más cubanos tendrían el aparente “derecho humano” de acceder a lujos tales como vacacionar en el exterior, tener televisor LCD de 50 pulgadas o cualquier otro consumo suntuario que se utilice como índice de democracia desde la óptica consumista – capitalista. Queda claro entonces que una de las medidas más utilizadas para medir y hacer examen de democracia a la isla (la imposibilidad de salir del país) es simple y directamente falsa.
Cuando uno analiza las cifras de movimientos turísticos alrededor del mundo observa que, en la práctica, por obvios motivos económicos, no resultan ser sólo los cubanos sino la mayor parte de la población mundial quien tiene vedada de facto la posibilidad de salir de su país. El capitalismo es un sistema que se especializa en otorgar libertades que por derecho se establecen, pero que por economía se prohíben.
Según cifras del Banco Mundial, sólo en 15% de las personas más ricas del planeta pueden darse el lujo de vacacionar en lejanas y afrodisíacas playas del exterior, promedio que esconde marcadas diferencias entre las distintas regiones del mundo.
Grafico 1 - Turismo Emisivo
Al ser el turismo emisivo un consumo suntuario, no resulta extraño observar que la supuesta necesidad-libertad-derecho- de salir del país queda prácticamente reducida a la diminuta jurisdicción de los países más ricos y poderosos del mundo.
Cuanto más rico es un país, mayor es la proporción de la población que puede salir del mismo. Bajo esta realidad, si estudiamos cómo se relaciona la riqueza de cada país (midiéndola en PBI Per Cápita PPA) con los datos de turismo emisivo surgen datos verdaderamente notables.
Grafico 2 - Turismo Emisivo
Mientras el turismo emisivo cubano se ajusta a la perfección a los valores esperables dado su nivel de riqueza, resulta ser justamente EEUU uno de los países con menor turismo emisivo teniendo en cuenta su gran poderío económico. Por ende, medida la democracia con su propia vara, resulta ser uno de los países más antidemocráticos del mundo.
En la mayoría de los países, democracia significa que la inmensa mayoría viva completamente desposeída, pero con la posibilidad legal y teórica de visitar los grandes manantiales del consumo. Democracia es tener el derecho a soñar con exquisitos banquetes mientras se come de los restos de la basura ajena. Es dormir en la calle y soñar con palacios. Es tener que aceptar que la extrema desigualdad y miseria no es producto de la injusticia sino de la falta de esfuerzo. Si quiere consumir hágalo, ninguna ley ni juez se lo impide.
Clave de lectura del gráfico 2: la recta representa la relación promedio (positiva) entre riqueza medida en PBI Per Cápita PPA y turismo emisivo (en %) para una muestra de 127 países para los que se disponen datos.  Cada punto representa un país, y la distancia de cada punto hacia la recta es el desvío positivo o negativo con respecto al valor esperado de turismo emisivo dado el nivel de riqueza. Los países más cercanos a la recta son los que más se ajustan al nivel esperado de salidas dado su riqueza.

Excusa

UN ESTUDIO INGLÉS

Revelan por qué es tan "fea" la comida de avión

16-10-2010 / Científicos de Gran Bretaña indicaron que el ruido de fondo en los aviones afecta la intensidad del sabor y la percepción de la textura de los alimentos. Además, comprobaron que las comidas pierden su dulce o salado por el movimiento y el ruido constante. Creer o reventar.

Mala idea...

EN TUCUMÁN
17:09 
El hecho ocurrió hace casi un mes y la Justicia todavía no restituyó la niña a su mamá.

Rescate de mineros: Foto inédita (cortesía redusers.com)

Cable submarino Cuba-Venezuela estará listo en julio


El cable submarino de fibra óptica entre Cuba, Venezuela y Jamaica estará operativo en julio del 2011, aseguró Alberto Rodríguez Arufe, viceministro cubano de la Informática y las Comunicaciones, en declaraciones al diario Granma.
De acuerdo con el rotativo, tal proyecto, que cubrirá una distancia de 5 mil 340 kilómetros, fortalecerá la soberanía y la seguridad nacionales en el sector de las nuevas tecnologías, aseveró Rodríguez.
El cable principal unirá La Guaira (norte de Venezuela) y Santiago de Cuba (sureste), a una distancia de 1.552 kilómetros y tendrá una capacidad de 640 GB, mientras que el otro segmento conectará a Cuba y Jamaica.
Con el cable, añadió, se logrará una mayor calidad en los servicios de infocomunicaciones y se crearán condiciones más favorables para enfrentar los futuros desarrollos entre Cuba y Venezuela.
A su vez, el cable será posible gracias a los proyectos de integración con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), una iniciativa fundada por los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro en el 2004, destacó el funcionario.
Waldo Reboredo, vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe, la empresa mixta que administrará la operación, afirmó al periódico cubano que el cable tendrá un costo de 70 millones de dólares y una vida útil de 25 años.
La existencia del cable permitirá a Cuba multiplicar por 3 mil veces la velocidad actual de transmisión de datos, imágenes y voz, explicó. A parte de significar que los países implicados saldrán beneficiados en materia de intercambio social.
Aunque no implicará el cese de los servicios de Internet mediante satélite, los únicos permitidos a la Isla a causa del bloqueo de Estados Unidos, el cable submarino abaratará en un 25% los costos de operación, subrayó Reboredo.
Cuba accede a Internet desde 1996 mediante un enlace por satélite que le permite un ancho de banda de apenas 65 megabytes por segundo de bajada y 124 de subida y cualquier modificación del canal requiere licencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Fuente: Radio Nacional de Venezuela

José Martí

(Página 12)

 Por José Pablo Feinmann
José Martí es un hombre y un intelectual admirables; es un poeta deslumbrante, un escritor de una prosa profunda, rítmica, musical, ya sea al servicio de la militancia, a cuyo servicio la puso constantemente, la utilizó una y otra vez sin cesar a lo largo de su vida, o ya cuando la colocó al servicio de la obra poética que legó a una posteridad que lo recibe con alegría y lo tendrá en uno de sus lugares más destacados para siempre. Porque Martí, además, representa en América quizá la imagen más acabada –junto con otros notables como Domingo Faustino Sarmiento, por supuesto– del intelectual comprometido, el intelectual que tiene una misión política que cumplir a la cual adosa su talento literario. O sea, el que tiene un talento literario siente que debe tenerlo para algo, que la literatura no se agota en sí misma sino que el don que ha recibido el escritor debe trascender al escritor mismo porque éste advierte que forma parte de una época, que está inmerso en una historicidad que lo condiciona profundamente y que cualquier cosa que haga o que no haga va a estar sobredeterminada, por usar este concepto que viene del fondo de los tiempos del viejo estructuralismo. Sobredeterminada por la historia, el entorno, la situación existencial en que cada uno está, y a la que nadie escapa, aunque diga “mi literatura no tiene nada que ver con nada, yo no comprometo mi literatura, mis palabras no se enlodan con la política, mi lenguaje no se enloda con la política, mi lenguaje es mío y me expresa a mí”.
El 26 de julio de 1953, el cuartel Moncada en Santiago de Cuba fue asaltado por unos guerrilleros que respondían a la conducción de uno llamado Fidel Castro. Cuando es llevado a juicio y cuando los jueces quieren saber quién es el ideólogo de este asalto, le preguntan entonces a Fidel Castro quién es el autor intelectual de esa operación que él y sus hombres acaban de cometer. No duda y dice: Es José Martí. Se habrán asombrado mucho los jueces, porque ignoraban que José Martí perteneciera a los hombres que, junto con el comandante Fidel Castro, habían asaltado el cuartel Moncada. Pero ocurre que la palabra de Martí había atravesado los años, que Castro y todos los que en ese momento comenzaban a luchar contra la sangrienta dictadura batistiana eran lectores de José Martí.
Martí habrá de escribir un poema dramático al que titulará Abdala y él dirá que está escrito expresamente para la patria. Abdala, entonces, le explica a su madre: “El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra ni a la yerba que pisan nuestras plantas. Es el odio invencible a quien la oprime; es el rencor eterno a quien la ataca y tal amor despierta en nuestro pecho el mundo de recuerdos que nos llama a la vida otra vez”. Entonces observemos que no confunde a la patria con la tierra. O sea, dice que el amor a la tierra es un amor ridículo. Es notable esto porque en estos días en nuestro país se identifica tanto a la patria con la tierra que es interesante que José Martí, que tiene algo más de talento que muchos hombres ligados a la tierra en la modalidad de la explotación y la posesión, diga lo contrario. Martí dice “el amor a la patria no es el amor ridículo a la tierra ni a la yerba que pisan nuestras plantas. El amor a la patria es el odio invencible a quien la oprime”. No olvidemos que dice esto en un momento en que el conquistador colonialista somete a su patria. “Es el rencor eterno a quien la ataca.”
Su vida comienza a realizarse en el modo de la errancia hasta que llega a EE.UU. A EE.UU. la llama la “América europea” y descubre muy pronto sus virtudes, pero también descubre cómo reaparecen ahí los vicios que creía haber dejado atrás en Europa y que no son lacras, son defectos, no quiero usar la palabra “lacra” que me parece una palabra muy de Fernández Retamar, que son defectos inherentes al capitalismo desarrollado. Martí vive en los EE.UU. y, bueno, ahí advierte que esa nación va a ser una nación imperialista que va a intentar apropiarse de la América latina, que la libertad de América latina para los EE.UU. será sólo un pretexto para ejercer el imperialismo de esa enorme nación sobre las naciones balcanizadas de América latina.
Martí era, además, un gran orador. Es posiblemente el más grande escritor americano junto con nuestro Sarmiento, si pensamos en el Facundo sarmientino, y escribe en todos los diarios del continente, ningún diario le cierra sus puertas porque se convierte en el batallador más importante por la libertad de Cuba y además se convierte en el gran batallador antiimperialista contra los EE.UU. Martí es el que señala primero que todos lo que va a ser la política norteamericana en América latina.
Emprende la lucha ya directa por la liberación de Cuba. La guerra contra España es una guerra totalmente abierta en 1895 y ahí va Martí con su enorme prestigio, un hombre al que ya llaman presidente pero que, sin embargo, va al primer puesto de la batalla. En esto se parece mucho a lo que vimos de Salvador Allende. Martí debió ser protegido en este sentido, se le debió decir –si no se le dijo será por la certeza de su negación–: “Vea, maestro, usted está para otra cosa, usted está para abrir nuestras cabezas, para volvernos lúcidos, para decir nuestras proclamas, pero no está para agarrar un fusil y actuar como un soldado de Infantería, tenemos otros para eso”, pero no es así. Martí siente tan imperiosamente que debe caer el colonizador español, que el 19 de mayo de 1895, en un lugar llamado Boca de Dos Ríos, lo sorprende una columna española. Martí avanza sobre esa columna y cae herido de muerte. La tropa cubana no puede recuperar su cadáver, los españoles lo llevan a enterrar a Santiago de Cuba, pero Martí quería morir de cara al sol, quería morir como no suelen morir los pensadores, los intelectuales, los filósofos, los pensadores profundos como José Martí, que suelen morir en su escritorio, en su despacho o en su cama, pero que han atacado de un modo muy profundo al enemigo a través del arma poderosa que son las palabras, las ideas, los conceptos, la desmitificación del opresor, del derecho del opresor de oprimir al oprimido. Y ésa era la tarea de Martí. Pero Martí quería morir de cara al sol y así murió.
Charles Dana, el que publicaba los artículos de Karl Marx y Engels, que en ese momento es el director del New York Sun, se entera penosamente de su muerte. Martí es llorado en Europa y también en EE.UU., y acá Fernández Retamar hace una interesante interpretación. Para él, afirma, no corresponde llamar a Europa y a EE.UU. países desarrollados, sino que él preferiría llamarlos países subdesarrollantes. Bueno, son las dos cosas, son países desarrollados porque a la vez son subdesarrollantes. Todo colonizador, el proyecto de todo colonizador, es subdesarrollante, porque el proyecto del colonialismo es lograr su propio desarrollo por medio del saqueo de la colonia. Y el saqueo de la colonia implica el subdesarrollo de la misma. Entonces todo país desarrollado se ha hecho a partir de un subdesarrollamiento del país colonial, del país sometido. En suma, hay países desarrollados porque los países desarrollados realizan una práctica subdesarrollante, que es la práctica colonizadora. Y esta práctica el capitalismo la realiza desde 1492, cuando Colón llegó a América para practicar la práctica subdesarrollante de los países de Europa, de los imperios colonialistas europeos.
Sus mensajes más precursores, los que más han prefigurado el futuro, a parte de la liberación del colonialismo español, son los que señalan las intenciones imperialistas y expansionistas de los EE.UU. Fernández Retamar omite algo porque dice que Martí “comprende, angustiado, que el próximo paso de EE.UU., conquistado el oeste, arrebatada la mitad de México y cicatrizada la Guerra Civil, será arrojarse sobre el resto de América y, en primer lugar, sobre Cuba”. Lo que no dice Fernández Retamar es que Marx y Engels apoyaban esta expansión norteamericana y hasta me atrevo a decir que, en caso de que EE.UU. hubiera invadido Cuba en el siglo XIX, en vida de Marx y Engels, éstos habrían aprobado esa invasión porque era la invasión del progreso, del desarrollo capitalista, la invasión de la burguesía que iba a instaurar un moderno sistema de producción del cual surgiría el proletariado industrial que verdaderamente habría de liberar a la isla de Cuba. La isla de Cuba, finalmente, hizo su revolución sin un proletariado industrial porque no lo tenía, pero la hizo con los campesinos respaldando el coraje de los hombres de Fidel Castro en ese temprano, y hoy lejano, enero de 1959.
Que Martí haya expresado una postura socialista es absurdo pedírselo, porque Martí no estaba para eso, Martí era un nacionalista revolucionario en una etapa muy concreta, en una etapa en que se tornaba necesario liberar a la nación del yugo imperialista. En esta etapa es toda la nación la que se libera. En la etapa socialista es la clase obrera la que, dominando a las clases explotadoras, se libera, eso es el socialismo. Pero lo que Martí hace es un nacionalismo popular revolucionario en el cual es la nación la que se opone a las pretensiones opresoras del colonizador. Esta fue la gran tarea de Martí, quien además incorpora en toda su temática la herencia que ellos, en tanto criollos, en tanto hombres cultos, tienen de los pueblos originarios. No es un hombre que haya olvidado de ningún modo la presencia del indio en la cultura de los países americanos.
En su Diccionario de autores latinoamericanos el escritor argentino César Aira, que sabe mucho de literatura y que es muy exigente, emite este juicio sobre la poesía de José Martí. Dice César Aira: “La poesía de Martí, Ismaelillo, Versos libres, Versos sencillos y las inconclusas Flores del destierro, es una de las más exquisitas y perfectas que se hayan escrito en la lengua española. Sus méritos como precursor del modernismo son secundarios ante su asombroso poder de iluminación. En cuanto a su prosa, abundantísima y casi toda ella circunstancial, es un modelo insuperable de maestría estilística y finura de pensamiento”.
Los textos circunstanciales son textos políticos, son escritos coyunturales destinados a la finalidad de la liberación de la patria ante el opresor colonialista. Voy a leer citas de sus Versos sencillos. que para él eran demasiado sencillos y les daba más valor a sus Versos libres, que son más complejos. Pero los Versos sencillos son de una extrema belleza y hasta serán reconocidos por todos porque son parte de una hermosa canción que es “Guantanamera” y que, bueno, no hay quien no la cante. “Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme quiero echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes y hacia todas partes voy, arte soy entre las artes, en los montes, monte soy. Yo sé los nombres extraños de las yerbas y las flores y de mortales engaños y de sublimes dolores. Yo he visto en la noche oscura llover sobre mi cabeza los rayos de lumbre pura de la divina belleza.”
Tiene otros de una densidad conmovedora: “Gocé una vez de tal suerte que gocé cual nunca cuando la sentencia de mi muerte leyó el alcaide llorando”. En estos Versos sencillos que, como vemos, son profundamente complejos porque penetran muy hondo en la condición humana, hay más adelante dos cuartetas donde habla del concepto de morir de cara al sol: “Yo quiero salir del mundo por la puerta natural, en un carro de hojas verdes a morir me han de llevar. No me pongan en lo oscuro a morir como un traidor. Yo soy bueno, y como bueno, moriré de cara al sol”.